• En primer lugar lo que tenes que hacer es poner dos vasos de agua en un bol grande de cerámica que resista bien el calor y añadirle una cucharada sopera de vinagre blanco.
  • A continuación, tenes que poner a calentar el agua hasta que la mitad de la que hay se evapore (esto lo vas a ver mejor si el bol es de cristal transparente).
  • Esperá unos 10 minutos sin abrir la puerta, lo que facilitará que el agua se enfríe un poco y que el vapor penetre en todos los rincones del horno. Sacá el bol con precaución porque el agua puede seguir caliente y te podrías quemar. Lo mejor es que lo saques con ayuda de unas manoplas o un paño de cocina.
  • Ahora limpia las paredes del microondas con una esponja sobre la que tienes que haber espolvoreado antes un poco de bicarbonato, que facilitará que las manchas difíciles se ablanden.
  • Aclara el horno con un trapo empapado en agua limpia y el microondas quedará perfectamente limpio y libre de los malos olores que se incrustan en ocasiones en su interior.